Las Cabañas Patagónicas nacieron de la ilusión que María Peláez y Gorka Abaitua trajeron del viaje que hicieron en bicicleta, por la Patagonia chilena y argentina en el año 2005.

Son casas de madera creadas con espíritu patagónico, con olor y color auténtico. Ubicadas en Maraña, en lo más profundo de la montaña oriental de León, en la Montaña de Riaño.

Orientadas al sur, al sol y al Mampodre. Macizo montañoso que aporta a todo el valle una privilegiada estampa, donde las cuatro estaciones se viven con especial belleza e intensidad.

Su buena distribución al sur, con dos habitaciones, baño y salón-comedor-cocina, son perfectas para el alojamiento de entre dos a cinco personas. Equipadas con todo lo necesario para una estancia cómoda y agradable. Donde se busca la tranquilidad y la aventura. Donde la actividad encuentra descanso y donde la vista se relaja con los prados, los bosques y las montañas.

Inauguradas en el año 2010, han visto crecer las ilusiones de sus dueños, sus tres hijos y los varios centenares de árboles que las arropan.

La satisfacción de los huéspedes que a lo largo de éstos años han pasado y muchos de ellos, repetido su experiencia, ha sido la mejor respuesta a los deseos de los “patagónicos” de compartir este entorno en el mejor alojamiento posible.

Un alojamiento sostenible, respetuoso y con una clara mentalidad ecológica y respetuosa con el medio ambiente.

Construidas en madera y cristal, calentadas por el sol y la biomasa, iluminadas por grandes ventanales, que aportan luz natural y la electricidad artificial 100% renovable, hacen que su impacto ambiental sea reducido y un buen camino de partida hacia el objetivo final de hacerlas 100% sostenibles.

Son cinco cabañas, perfectas para parejas, familias o grupos de amigos. Además, contamos con una cabaña comedor, un espacio amplio, perfecto para realizar las comidas y reuniones de los grupos que alquilan tres o más cabañas.

Abiertas todo el año, porque una de las grandes ventajas es que en ellas mismas, viven sus propietarios.